Controla tu respiración

Afirma un adagio popular: si ya el cánido hizo la embarrada en la sala, déjelo dormir. Esa pareciera la filosofía que mejor define el instante en el que entramos cuando empezamos a vivir a totalidad el disfrute del nuevo juguete.

Si haces un silencio habla

Si bien te apena ser forzado a deteriorar su día con un azote, sería mucho peor estropearlo para toda la vida al no corregir su maldad infantil. Técnicas similares son útiles en la administración del clyster.