Las mujeres no tienen sexo en un primer encuentro

Lo haces de cuajo, entrando bien hondo dentro de ella, que mueve las caderas mientras que tú entras y sales de su vagina, que, sedosa y húmeda, acoge tus embestidas. Notas el fuego que te sube desde los testículos. Notas su vagina contrayéndose. Notas de qué forma te tiemblan las piernas mientras que te corres.

Por ciento su belleza física

Todo cuanto creamos, todo cuanto edificamos, es un reflejo de lo que somos. El oro hace oro. Si las dos s buscan hacer algo sano y perdurable de su relación, en la mayor parte de los casos, hallarán la forma de lograr una relación sana y perdurable.